El ayuntamiento de Monterroso tiene una gran importancia señorial e hidalga, de la que dan buena fe la cantidad de pazos y casas señoriales existentes en todo el municipio, en cuyos muros podemos encontrar escudos de armas de las principales familias nobles de Galicia. Dentro de los numerosos complejos arquitectónicos destacan los siguientes: Pazo de Laxe, Pazo de Ludeiro de estilo gótico civil gallego, Pazo de Podente, Torre de Cumbraos, conjunto de San Miguel de Penas, Casa Grande de la Condesa (Ladar), en Seixos y Mundín están abandonados pero se puede apreciar su belleza y en Bidouredo el de los Marqueses de Castelar. En Novelúa existen tres pazos habitados: Casa Grande de Novelúa, la de Batán y el Pazo de Mourente, que como la Casa Grande de Ligonde, son ahora casas de labranza con capilla propia. A continuación nos vamos a centrar en el Pazo de Laxe y en el complejo de San Miguel de Penas.
Pazo de Laxe
Tiene mucha importancia ya que fue uno de los gérmenes de la ciudad de Monterroso. Fue construido en el siglo XVI, año 1520, por Alonso de Gundín y su esposa Beatriz Salgado, aunque fue profundamente reformado en el año 1700, se dice que esta remodelación se realizó con sillares traídos del vecino Castillo de Sirgal.
El conjunto arquitectónico está formado por el pazo, un palomar, un hórreo, una fuente y una capilla dedicada a Santa Lucía, esta última datada del siglo XV, se comunica con el pazo a través de los jardines, y conserva parte del pórtico romano. En esta parte del edificio nos encontramos con el escudo del señorío de Rosende donde está escrito el lema “Salga salire, Salga do Pidiere”, que hace referencia a la disposición de enfrentarse al peligro allí donde pudiera existir.
En la puerta de acceso a los jardines del pazo, dentro de un gran frontón triangular nos encontramos con los escudos de armas de los Andrade, los Salgado y de los Gundín.
Alrededor del pazo, en el lugar de la Feiravella, tenía lugar antiguamente la feria. Pazos como este fueron inspiración de Emilia Pardo Bazán para su obra más famosa “Os Pazos de Ulloa” en el que retrata a la sociedad gallega en el siglo XIX.
Pazo – Torre de San Miguel de Penas
Este pazo está datado en el siglo XVI, con reformas en el XVII y XVIII, aunque se comenzó a construir en la alta edad media, allá por el siglo VIII.
Todavía hoy, el lugar conserva la impronta arquitectónica de lo que fue el señorío histórico, con la iglesia, la torre y el pazo, cada uno de ellos de etapas diferentes.
Tiene escudos de armas de los Arias, los Taboada y de los Ribadeneira. La planta tiene forma de “L”, a partir de la torre cuadrada a la que se le adosa el pazo barroco, construido sobre dependencias anteriores. Los muros son de mampostería y sillería de granito, y la cubierta de teja a dos y cuatro aguas.
La Torre tiene tres plantas y semisótano además de varias ventanas con arcos trebolados. Se dice que estaba comunicada por medio de señales con las torres del castro de Amarante.
La casa consta de una planta con patín y chimenea. El conjunto está cerrado por un muro con portalón adintelado de acceso, con un escudo a cada lado de la puerta.
En este Pazo – Torre se alojaron la reina Doña Urraca y su marido Alfonso I, el batallador, cuenta la crónica que el rey ejecutó al alcalde del Castillo de Monterroso como represalia por la rebelión de los señores monterrosinos contra los monarcas. El poeta Ramón Cabanillas recogió esta historia en el poema “A noite do Castelar”.
En la actualidad el pazo pertenece, tras la compra del marquesado de Camarasa, a la casa ducal de los Medinaceli.